November es una película estoniana dirigida por Rainer Sarnet que ha adaptado, según los que han leído la obra, con bastantes libertades creativas. La novela de nombre Rehepapp nos relata la historia de amor de dos jóvenes de un pequeño pueblo.
Me había imaginado algo completamente diferente sobre November, no es una película de horror como se pensaría, si no más bien es un cuento fantástico que se lleva muy bien con los tintes de folk horror de su interior.
No sé muy bien qué es lo que quiero escribir sobre la película, porque en realidad es una experiencia audiovisual que puede ser amada u odiada, dependiendo de tus gustos cinematográficos.
En mi caso hay muchas cosas que me gustan, empezando por la fotografía y su soundtrack que me parece lo mejor de su técnica.
Sin embargo, su relato me parece padrísimo, es una historia de amor que no es correspondido, cercano a Shakespeare, con una mitología que siempre juega a favor de lo inesperado y lo sorprendente, que incluso con su sencillez llega a provocar algunas imágenes potentes y experiencias pesadillezcas que se quedan contigo.
Tal vez, una de las preguntas que quieren responder leyendo sobre la película es sobre de qué trata. Para mí, me parece que explora las ideas románticas del idealismo juvenil dentro de las peores situaciones en las que se puede vivir, como lo son las plagas, la pobreza, el patriarcado, la superstición, la ignorancia, la avaricia, la perversión, entre otras más.
Alrededor del deseo amoroso de sus jóvenes protagonistas, las condiciones para que su amor exista son prácticamente nulas, pero ambos buscan con determinación poder enamorar a la persona que desean, y el gran problema es que no son correspondidos, eso le suma más a la atmósfera de tragedia la pérdida de la esperanza, pero también al mismo tiempo se las ingenian para hacer una comedia absurda que se acompaña muy bien de su imaginario.
Espero darle otra vuelta luego, porque sí siento que es de esas películas que van mejorando con cada visionado.
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